Luchando por la libertad en la red
El señor de la foto con abrigo, cara de pocos amigos y dirigiéndose a dar un portazo en el Ministerio de Cultura es Enrique Dans, profesor del IESE y blogger destacado, en mitad de una reunión con la Ministra que nos quiere colar el gol de la censura administrativa en internet.
Dado que en su día Enrique tuvo la deferencia de hacerme un análisis (junto con Juan Freire)sobre la pésima página web de la Universidad Autónoma de Madrid mientras estaba en su Consejo de Gobierno y que entregué al vicerector de turno, siendo Rector el actual Ministro de Educación, Ángel Gabilondo, creo que lo menos que puedo hacer es darle voz sobre una barbaridad que nos afecta a todos de la nueva Ley de Economía Sostenible, la censura administrativa. Darle voz a su portazo en el ministerio:
"Es un poco tarde, ha sido un día duro y esta entrada promete ser larga. Así que me perdonaréis si simplemente me limito a comentar en una lista de puntos los temas que me parecen importantes para analizar la reunión que tuvimos a las 10:30 de la mañana con la Ministra Ángeles González-Sinde y parte de su gabinete. Una reunión en la que, no me canso de insistir, acudimos todos a título personal: nadie nos ha nombrado representantes de nadie, no nos hemos erigido en portavoces, y simplemente hemos recibido una llamada del Ministerio invitándonos a acudir. Y a mí, si el Ministerio me llama, acudo, e intento sumar en lugar de restar. Ojalá otros que tanto critican hicieran lo mismo.
Hay una serie de temas que creo que merecen un comentario, algunos por mantener el espíritu de total transparencia con el que hemos intentado trabajar en todo momento, otros por curiosos o interesante, otros porque simplemente creo que es bueno que “consten en acta”:
•La selección de los que acudimos se llevó a cabo por el Ministerio. Éramos “la lista de Sinde” :-) El Ministerio pone el café, la sala, e invita. ¿Eché de menos gente? Sin duda, con algunos nombres que no voy a poner por no hacer de menos a otras personas, pero que seguramente todos tenemos en la cabeza, y con algunas carencias obligadas por la logística.
•Un número creciente de participantes nos fuimos reuniendo en un bar de la zona para ponernos de acuerdo en los objetivos de la reunión. El primero, tener otra reunión, en poco tiempo, pero con posibilidad de prepararla, de llevar documentación y con un orden del día claro y consensuado. El segundo, y fundamental: que la disposición final del anteproyecto de ley, origen de todos los problemas, fuese retirado.
•El Ministerio nos trató muy bien: la entrada fue directa y sin fichar, no tuvimos que dejar ninguno de nuestros gadgets como ocurre en otros ministerios, pudimos twittear y hacer todas las fotos que quisimos… ignoro si el darnos tanta libertad provino de querer hacerlo o de no atreverse a impedírnoslo (se nos insinuó tímidamente al principio de la reunión), pero la actitud es loable. Al César lo que es del César.
•La Ministra estuvo con nosotros muy poco tiempo, y además, solo habló unos diez o quince minutos. Puedo entender la premura de agenda de una Ministra… pero vaya… la gente que estaba en la reunión había en muchos casos torturado sus agendas para poder acudir a la convocatoria, y eso de irse a la francesa tan pronto no sentó muy bien. Por otro lado, la salida de la Ministra se produjo precisamente en el momento en que planteamos el primer argumento “duro”, y la actitud de negativa al diálogo se mantuvo a partir de allí.
•Frente al guante de seda del tratamiento hospitalario, la mano de hierro de Guillermo del Corral Van Damme, que en ningún momento abrió la posibilidad de diálogo: plantear una reunión “para explicarnos lo que no hemos entendido de la Ley” es un error, porque generalmente, el problema no es que no hayamos entendido, sino que no os habéis explicado. O peor, que por mucho que intentes entender… hay lo que hay, y es blanco y en botella.
•Una vez identificado que el problema era la Disposición Final en cuestión, o nos dices “de acuerdo, la congelamos y analizamos en debate público”, o nos estás diciendo “sois unos mindundis y cómo podéis pensar que vamos a cambiar nada simplemente porque lo digáis vosotros”. Que de hecho, fue lo que nos dijo y sostuvo, condicionando el fracaso de la reunión. Que la segunda reunión la esperásemos para después de vacaciones de navidad, y que se nos invitaría a colaborar en el reglamento de la ley, pero que la ley estaba escrita en piedra, era completamente intocable. Lo siento, pero no. Menos aún si sabemos cómo la Coalición coló ahí esa Disposición Final: “Sam… la tocaste para ella, ahora tócala para mí”.
•¿La decisión de levantarnos? Puede ser polémica, pero yo me estaba representando a mí mismo, y yo no quiero sentir que estoy perdiendo el tiempo en una reunión así. Esas reuniones no están para perder el tiempo: o existe la posibilidad de negociar, o lo demás son juegos florales. Primero se levantó y se fue Fernando Berlín, quien por cierto tuvo un papel de “oposición dura” que vino fenomenal, Sindo Lafuente y Rosalía Lloret se fueron por problemas de agenda, y nos llegamos a levantar y coger el abrigo Julio Alonso y yo, aunque no llegamos a abandonar la sala.
•Se nos intentaron dar caramelos… pero me temo que el Ministerio no acaba de acertar con nuestro sabor favorito: se nos dijo que no nos preocupásemos por las webs que se cerrasen porque iban a crear “un superportal de contenidos” (sin comentarios…), y se nos insinuó que “en la Comisión de Expertos podría llegar a estar alguno de los que estábamos en esa mesa” (¿cómo? ¿Nosotros? ¿En la Comisión de Expertos? ¡Pero si es lo que veníamos a decirte que considerábamos una aberración!!) y que “tenían mucho dinero para proyectos culturales” (desde luego, qué raros son estos “chicos de Internet”, ¿no? ¡Son los únicos que no quieren nuestras subvenciones!)
•Guillermo intentó reconducir el tema con casuística: absurdo. Los casos de aplicación son aburridos aquí: se sabe como empiezan y cómo acaban antes de que los empieces a contar. Pero sobre todo… nosotros criticamos lo que está en el papel, en negro sobre blanco. Tus hipotéticas intenciones con respecto al uso de lo que pone el papel, simplemente, no me las creo. Si hay algo que no piensas hacer jamás, quítalo del papel.
•Tras varios intentos de Guillermo por “reeducarnos” y por ” hacer que nos diésemos cuenta de nuestros errores”, dimos por clausurada la reunión y nos fuimos a las oficinas de Idealista, que estaban a un paseíto corto de distancia, analizamos un poco cómo había ido la cosa y la estrategia de comunicación a seguir, y nos fuimos cada uno a su casa y dios a la de todos.
•La intensidad mediática ha sido en todo momento excepcionalmente elevada. Desde cuando aparecimos en el Ministerio, hasta cuando salimos de él, y en todo momento a lo largo de la tarde: mi teléfono móvil y de casa no dejaron de sonar en todo el día, perdí completamente la cuenta de los medios en los que participé, y sé que muchas otras personas presentes en la reunión tuvieron experiencias similares. Ha habido portadas de periódicos, aperturas en informativos, una cobertura excepcionalmente alta. Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, y mil veces gracias a todos los medios por el enorme interés que han manifestado por cubrir esta noticia, y más gracias aún para TODOS los que habéis twitteado, retwitteado, posteado, facebookeado, tuentiado, adherido, firmado, meneado, comentado, repartido, contado, leído, etc., etc. tantas cosas a lo largo de estos dias. No paréis, por favor: es esencial mantener la presión hasta que tengamos en la mano la retirada del anteproyecto de la disposición final de la vergüenza.
•HOY hay concentraciones en veinte ciudades españolas. Las manifestaciones en la calle nunca han sido el fuerte de los internautas, los intentos anteriores nunca han sido muy fructíferos en ese sentido, pero eso no quiere decir que no haya que seguir intentándolo… Tangibilizar las protestas es muy importante: a ver, un esfuerzo más antes de irse de puente!
•En setenta y dos horas, la presión de la red ha conseguido una reunión con una ministra, una desautorización de dos ministras por parte de un tercero y de un presidente, y una promesa derectificación del mismo aún por materializarse. Estamos a punto de conseguir que lo que la Coalición coló de rondón, la red lo saque a presión, y se reconozca su papel de “amistades peligrosas” en su relación con el gobierno.
•No cabe duda: Internet ha madurado. En lo sucesivo, dudo que haya gobernantes que se atrevan a tomar decisiones que afecten a la red sin consultar con la red."
Hoy a las 8 me daré un paseo por la Plaza Nueva de Sevilla.
Otra cosa que me revuelve el estómago es algo que ya comenta Kirai, que es que ya hay que ser tonto para pensar que poniendo 30 millones de euros para un superportal de internet ministerial vas a conseguir algo. Que me digan de un sólo portal institucional público que sirva para algo o merezca la pena, estos proyectos se crean, evoulucionan y se destruyen en internet en el ámbito privado, sólo con muchos intentos consigues algún éxito. Que los 30 millones los dediquen a 100 proyectos empresariales innovadores en internet, de ahí seguro que sacaremos oro y no basura que es lo que van a conseguir con sus intenciones.
1 comentario:
esto me recuerda al gran libro 1984, control, control y control!
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