"Asco y miedo"
Así titulaba, en una carta enviada al equipo de gobierno y al profesorado de Ciencias, el profesor Ernesto Brunet su impresión sobre "la apoteosis final" de Selectividad, el panorama que observó fue de "Jóvenes borrachos, miradas desafiantes, suciedad, botellas rotas y un largo etc", finalizaba su carta requiriendo una explicación convincente de lo sucedido en el Campus.
Tras este correo se abre la caja de Pandora y surgen diversos correos, Manuel Morales (Ecología) sobre un botellón anterior compartía que "apareció un grupo de matones que nos amenazaron con agredirnos y nos insultaron gravemente". Juan Luis Vazquez (Matemáticas) señalaba que "la mayoria de lo mas normal y correcto, PERO una significativa minoria borrachos y agresivos", concluyendo que "la muchedumbre y el alcohol combinados los que crean los problemas". Carmen Aragón (Biología Molecular) preguntaba la razón por la que "los empleados de la limpieza del Campus tienen que recoger, el dia despues, toda la inmundicia vertida por unos niñatos maleducados y antiecologistas". Por último Bernardo López señalaba que "Estamos ante un gigantesco problema de salud mental social." y propone la prohibición de la venta de alcohol en fechas concretas.
Mi comentario parte de la base de pertenecer a la generación que empezó a extender el denominado botellón, recuerdo que en su momento se generó por una cuestión meramente económica y en grupos aislados, posteriormente evolucionó a evento social, los expertos lo dimensionan como "centrado en un ritual colectivo de consumo de alcohol", ver trabajo (análisis y recomendaciones) aquí, en el mismo se señala que "los jóvenes que acuden al botellón tienden más frecuentemente a emborracharse, posiblemente por el estímulo al consumo ritual que fomenta el grupo de iguales y el grupo extenso", y que la opinión de los jóvenes con respecto al efecto sobre el entorno es " optar mayoritariamente por la vía intermedia de la necesidad de una “reducción de daños” (40,4%) sin una intención clara de búsqueda de alternativas.Destacan significativamente los posicionamientos extremos (el 10,8% afirma que no le importan) o incluso de negación de dichas consecuencias (12,9%)."
Una vez planteados los argumentos y opiniones pienso que la posible solución es difícil. Valorándolo como "ritual colectivo de consumo de alcohol" y sabiendo que el alcohol lo compran de forma mayoritaria ( más del 80% según el estudio) en tiendas de alimentación las restricciones de alcohol en el propio campus parece que van a tener poca incidencia para erradicar el problema (sí para paliarlo), la otra variable de la ecuación parece ser el colectivo (o muchedumbre) que tampoco parece que se pueda evitar (como no se haga la selectividad por tandas...ejem). Las recomendaciones de los expertos que quizás pueden ser asumidas en el Campus van en el camino de la sensibilización, quizás esos días se pudiese potenciar una campaña ambiental de respeto al campus, exponiéndoles el efecto sobre el entorno para intentar sensibilizar a los extremistas ( más de un 20%). Nos queda recordar que son nuestros futuros alumnos y la generación de los hijos (de muchos). Ejem...complicado lo veo...
(foto Campus vía Miguelito)
ACTUALIZADO 28-6-2007 en comentario 9.
9 comentarios:
Lo que hay que hacer es regar bien el cesped la noche antes de un evento de esas características. Y durante el día en cuestión encender los aspersores de vez en cuando. Si el entorno no es suficientemente acogedor el efecto muchedumbre se minimiza bastante. Que los botellones en barro no han gustado nunca.
Me comenta Bernardo vía mail:
"...también intentaba en mi mensaje diluir la indignación concentrada en este caso en una reflexión más amplia, sobre problemas más cotidianos.
Y en el mismo tono diminutivo, te señalo dos cosas,
una de mi texto: que no propongo la ley seca, sino aventuro que en el caso de la Selectividad -sólo en ése- podría quizá ayudar;
y otra del tuyo: que de esta caja de Pandora no han salido más que unos pocos discretos estornudos.
Muchas gracias también por el link de ese estudio, que trataré de mirar con más calma, y que se ocupa en efecto de cosas más graves que el daño a nuestro césped.
Pero no sé si encontraré ahí respuestas a la pregunta que me resulta más misteriosa: el porqué de las formas de ese ritual, por qué necesitan estrellar botellas contra el suelo y diseminar trozos de plástico para que la cosa mole...
Un abrazo."
Amigo Meteoro, lo de crear un entorno desacogedor (con exactamente la medida que postulas) lo planteamos en la comisión pertinente pero no tuvimos apoyo....c´est la vie...
Pues claramente la Comisión tiene un criterio algo peculiar. Digo yo que la medida no cuesta nada ponerla en práctica un año a modo experimental y observar el resultado que da. Por curiosidad morbosa, ¿cual fué la excusa que pusieron para no probar?.
Además hay que tener en cuenta que, por ejemplo la selectividad, transcurre en un periodo de tiempo en el cual al cesped le viene al pelo un buen abonado.
Una razón que se me pasa por la cabeza, respecto a la permisividad con el colectivo de selectividad en estas celebraciones es que, tal vez, el colectivo gobernante en la universidad piense que si inhibe las ansias celebrativas de los chavales les deje una impronta negativa que pese a la hora de que esos potenciales clientes de la UAM elijan a la hora de la verdad otra universidad.
Oficiosamente te cuento Meteoro, de oidas, sin acta y como rumor que trae el viento, me parece que creo que pienso que una bola mágica me mostró que no se asumieron los aspersores porque había cierta posible preocupación en que se destruyeran los propios aspersores.
Copio por su interés un breve e-mail recibido de Juan Luis Vazquez:
Estimado Roke,
he visitado tu pagina blog. El problema es dificil como dices/decis, pero no es imposible; mis hijos pasaron por esa edad, hicieron sus experimentos
y no nos paso nada a la familia. Creo que es la dejadez de las autoridades la que puede dejar ir a peor un problema perfectamente
resoluble con varias medidas preventivas y unos cuantos folletos explicativos. Los vandalos
son pocos al principio y solo se crecen y son peligrosos si se les dan facilidades.
Me parece muy valiosa la contribucion de
personas como tu con mentalidad cientifica que plantean el problema en sus justos
terminos y desean dialogar. Quiza no comparto el pesimismo que apuntas. "Pensamiento justo y accion justa".
Atentamente
Juan Luis Vazquez
Premio Nacional de Investigacion en Matematicas 2003
Lo que mas me avergüenza de todo esto es que la administración les deje el muerto a los jardineros como si fuese ese su trabajo!!! Pongan al menos contenedores para que la gente tenga DONDE tirar su mierda.
Creo que con esto y una sencilla campaña apelando al civismo bastaría. Si ustedes no confían en ellos y toman medidas del tipo "regado" vs "abonado" sólo servirá para aumentar el grupo de radicales. Si les tratan sin educación sus "supuestos " mentores, entonces no se sorprendan de que ellos no la tengan, puesto que es lo que nada menos que la universidad les está enseñando. Tengan un poco de Responsabilidad por favor!!
Estimado anónimo. No te engañes, hay contenedores de sobra por el campus. Durante mis años de carrera asistí a unas cuantas fiestas en este campus y nunca se quedó el cesped en el estado en el que va quedando fiesta tras fiesta en los últimos años. Y que conste que no necesitábamos que se nos hiciera ninguna recomendación de civismo, es símplemente que la gente adoptaba por si misma esa actitud. No creo qeu sea necesario que se den lecciones de convivencia y respeto al prójimo a gente que tiene ya 17 o 18 años como mínimo. Si esa gente no tiene la suficiente educación con esa edad desde luego no es tarea de la comunidad universitaria el dársela, ya tendrían que tener la suficiente Responsabilidad por ellos mismos. Desde luego mis padres y los de todos los que fueron compañeros mios en el instituto y la carrera nos enseñaron mucho antes que es el ser responsable y educado.
Los Vices nos comentan entre otras cosas:
"Respecto a la concentración que se celebró el jueves último de selectividad, a la cual se referían los mensajes, al igual que otros años se envío una explícita nota a las cafeterías y bares en el sentido de prohibir a partir de mediodía la venta de bebidas alcohólicas, incluso haciendo una especial mención al hielo, vasos o cualquier otro elemento que pudiera facilitar la celebración de la concentración. Se remitió una nota a todos los tribunales de selectividad para que se leyera públicamente informando de la prohibición de consumir alcohol en el Campus. También se reforzó el equipo de vigilancia y se pidió colaboración a la Policía Municipal. Desde media mañana, se requirió a los jóvenes que ponían tenderetes o puestos de venta de bebidas para que dejaran de hacerlo. En alguna ocasión, fueron incluso requeridos en el mismo sentido por la policía municipal, a la que se había solicitado que patrullara todo el día por el Campus. Hay que decir que debido a la edad, número y actitud de los participantes esta fiesta es menos complicada que la anterior a pesar de las indudables molestias y complicaciones que genera. En este curso, el número de asistentes ha sido sensiblemente menor que otros años (menos de la mitad) y sirva como ejemplo que se ha recogido menor cantidad de basura. Concretamente se recogieron 45 contenedores de 800 litros frente a los 75 del año anterior y se emplearon 126 horas de trabajadores en limpieza frente a las 214 del año pasado. En el momento que comenzó a llover, se generaron ciertos problemas en la entrada de la Facultad de Económicas pero no se apreciaron incidentes reseñables."
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