Trabajar como gestor de I+D / Oficinas de transferencia
A raíz de este enlace , que sugerimos en su día, nos ha llegado una carta de un gestor profesional. Nos introduce en la problemática de esta figura que parece se va a potenciar a raíz del nuevo Plan Nacional 2008-2011 (plan que sigue contradiciendo las recomendaciones europeas ). Algunos pensamos que bastante gente, muchos tras su etapa doctoral , se van a introducir (salida laboral) en la gestión de I+D a través, entre otros, de Oficinas de Transferencia (OTRI).
El Plan Nacional, en cuanto a mejora gestora, señala la creación de una convocatoria de "Ayudas predoctorales de formación en gestión de la investigación en salud. (FGIN)", personalmente no entiendo el sentido de "predoctoral" y me preocupa el "de formación", aunque espero que se refiera a contratos en formación. Por otro lado marca unas medidas de mejora de la Gestión como son:
- Reforma de la normativa de subvenciones
- Programa de formación para los gestores de I+D+I
- Establecimiento de un procedimiento de auditoria de los sistemas informáticos y procedimientos de los gestores de I+D+I para mejorar su eficiencia.
- Reforma del Reglamento que regula el Registro de Centros de Innovación y Tecnología (RD 2609/1996, de 20 de diciembre).
La carta de nuestro amigo gestor respecto a este comentario, escrito por Juan Freire, es la siguiente:
"Me ha gustado mucho el artículo ya que pone de manifiesto los problemas actuales de la transferencia de tecnología en las universidades, así como las reticencias de aquellos que ven estas oficinas como una pérdida de tiempo o peor aún, una aberración de la ciencia. Ante los primeros, tengo que decir que es cierto que algunas oficinas pecan de ser demasiado administrativas, ya que cada firma de acuerdo, contrato, etc, requiere del visto bueno de los responsables del vicerrectorado de turno del que dependan, que a su vez está dirigido por funcionarios y/o profesores que se han pasado de forma transitoria a las labores de gestión. Mi experiencia desde dentro de las OTRIs me ha enseñado que a pesar de que la mía no era la mejor, las había mucho peores en cuanto a gestión (ya se sabe, en el país de los ciegos…). En cuanto a aquellos que opinan que la transferencia de tecnología consiste en la perversión de algo tan puro como la ciencia, tan sólo puedo decir que ya ni siquiera gasto mi tiempo en justificar antes ellos un trabajo en el que creo. Estos científicos que trabajan con tanto ahínco por el bien de la sociedad, no se dan cuenta que todos pagamos mediante nuestros impuestos sus instalaciones, sus investigadores en formación (antes becarios, mal pagados), su libertad de horarios, vestimenta, y demás privilegios necesarios por otra parte para dedicar su tiempo a la investigación. El resto de los mortales nos tenemos que conformar con que el jefe pegado a la chepa si llegamos 2 minutos tarde, que se permite el lujo de opinar cómo nos anudamos la corbata, y que nos recuerda día tras día que nuestro puesto depende de nuestros resultados inmediatos. Así que cuando me sueltan la retahíla de turno, y a la vez observo esas guerras a muerte entre grupos de investigación por publicar antes que el contrario, no puedo dejar de sonreír y pensar que en el fondo todos estamos en el mismo barco, queremos ser los mejores y a ser posible obtener un beneficio que nos permita seguir trabajando en lo que nos gusta y sabemos hacer mejor. Esto es en definitiva el objetivo de las OTRIS, y poco a poco como bien dice el artículo, parece que se está consiguiendo en España.
Hace unos años estas oficina estaban dirigidas por gente sin conocimientos científicos, que no tenía un contacto directo con la ciencia y mucho menos empatía por el investigador. Ahora las OTRIS están llenas de técnicos con formación científica en los campos de mayor actividad de las universidades, gente que recibe además formación específica en gestión de patentes, contratos, licencias o creación de spin-offs. La gran diferencia entre las OTRIS de hace 10 años y las actuales, radica fundamentalmente en que se ha conseguido adquirir una experiencia que ha permitido crear unos vínculos personales entre el personal de las OTRIS y las empresas. No es algo que se consiga de la noche a la mañana, y ha sido difícil para muchos de nosotros, que veníamos de unas carreras en las que el paro era el único futuro que te auguraban, y que no se molestaban en enseñarnos más allá del número de patas de los insectos. De repente estas empresas que no querían ni vernos cuando acabamos la carrera, se pegan por conseguir fichar a estos gestores que provienen de las OTRIS, porque saben que tienen la experiencia de lidiar con los investigadores y la visión empresarial que mueve su negocio. Ahora estas oficinas de transferencia se encuentran con un nuevo escenario, por un lado los gestores se van hacia puestos mejor pagados, y por otra parte las agencias regionales de innovación se han dado cuenta del filón que tienen en los derechos de explotación de los resultados de la investigación pública. Las universidades que tengan la suerte de pertenecer a una región con objetivos lícitos se verán beneficiadas de una política de ayudas a estas oficinas, permitiéndoles mantener un personal fijo que de un servicio de calidad a la comunidad universitaria. En cambio, muchas universidades entrarán en una guerra abierta con sus gobiernos regionales para no perder el control de sus derechos de propiedad intelectual, cosa difícil cuando te cortan las subvenciones si no entras por el aro.
Todo esto ya es suficiente para volver loca a una OTRI, pero todavía no he mencionado la dependencia de su universidad, ya que no todas las oficinas de transferencia tienen el mismo modelo de gestión. Algunas pertenecen a Vicerrectorados como los de Investigación, que al ser unidades propias de la universidad tienen el inconveniente de la lentitud administrativa, además de depender de un personal funcionarial que casi nunca está a la altura de las necesidades. Otras muchas están incluidas dentro de Fundaciones Universitarias, un modelo que se creó precisamente para facilitar la labor administrativa y contratación de personal. Sin embargo, este modelo aparentemente más lógico, está sufriendo múltiples embestidas que cada vez les hacen más débiles, como los cambios de equipo rectoral que amenazan su existencia cada 4 años, y las estrategias de los gobiernos regionales por hacerse con el control de sus resultados aprovechando la falta de apoyo que les ofrece su institución. En definitiva, en mi opinión el futuro de las OTRIS y la mejora de sus actividades como valor añadido para la comunidad científica, está tan sólo en manos de las Universidades. Ellas son quienes tienen que definir sus objetivos mediante un claro plan estratégico independiente de los cambios de rector, y sobre todo que sea lo suficientemente consistente para no permitir a los gobiernos regionales tomar el control de sus resultados de investigación."
Muy interesante y reveladora última frase, gracias por la carta al blogger.
Otro interesante comentario sobre políticas de gestión aquí.
6 comentarios:
Yo, la verdad, estoy muy sorprendido de la buena pinta y la labor que hace la OTRI de la UPO. Llevo un mes aqui y me parece que trabajan mucho y bien. De la OTRI de la UAM no he tenido nunca el gusto de oir hablar. Aunque tambien es verdad que yo no suelo prestarle atencion a esas cosas (en Sevilla, por causas circunstanciales, he tenido bastante trato con personal de la OTRI). ¿Quien se dedica a hacer esta labor en la UAM? (es una pregunta sin acritud, de verdad, es puro desconocimiento)
Vista tu referencia y gracias p darte a conocer, me interesan tus opiniones ya que coincidimos en algunas ideas pese a la distancia geográfica ;) y aportas enlaces k no conocía!
un saludo
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Vaya, pues es una pena que no hayas estado en contacto con la OTRI de la UAM, y sobre todo que no conozcas los servicios que te ofrece. A mi parecer la UAM no está haciendo todo lo que debería para poner en conocimiento de los investigadores esta oficina, ya que ni siquiera en la web principal hay manera de encontrar el link (en contestación a “eztu”, en enlace es http://www.fg.uam.es). Que un investigador de la UAM no haya pasado en ningún momento por esta oficina es un poco extraño, ya que o bien su laboratorio no ha tenido ningún proyecto privado con empresas, o si lo ha tenido ha firmado en nombre de su grupo de investigación sin tener en cuenta a la universidad y por tanto sin pasar por la OTRI. Consecuencias, en la UAM ninguna, y todos miran para otro lado…"es que yo no sabía ni que existía la OTRI", dirán algunos para excusarse. Así que nada, sigamos perdiendo dinero porque en este país somos unos desconfiados, y no nos creemos que haya gente trabajando para nuestro beneficio. Yo una vez estuve en una reunión con la OTRI de la UAM en la que el investigador principal estaba pidiendo una miseria para que una empresa le costease los gastos de un postdoc, además de no tener en cuenta el IVA, sus gastos de gestión en el proyecto, y demás historias, por lo que siempre serán necesarias estas oficinas para evitar que las empresas nos las den con queso. Como he podido tener algún trato con la OTRI y más en concreto con su Fundación, diré que no entiendo muy bien como es posible que no tenga una posición clara dentro de la UAM (¿de quién es la culpa?), ya que los años de experiencia no sirven de nada si no se les considera como personal de la universidad, y por tanto no pueden tener acceso a cosas tan básicas como información de los grupos de investigación de su institución. Así por encima, todo me huele a politiqueo, a que la universidad no quiere soltar pasta para mantener una oficina permanente, pero tampoco puede prescindir de ella, así que opta por la solución fácil, que otros (la Fundación) se coma los marrones, y que ellos se queden con los laureles de los resultados. Pero claro, el rector no puede explícitamente demostrar que está teniendo contacto directo con la industria, porque entonces los que pintan los muros de la universidad pidiendo que las empresas se vayan del campus, se lo comerían vivo y él no saldría reelegido. No se quien lee este blog aparte de investigadores, pero la verdad es que me gustaría que los implicados en estos temas pudieran aportar sus opiniones.
Bienvenida neoinnovadora Silvia, un gusto. Queridos Etzu y Anónimosospechosamentebieninformado, lo de la información y la página web es algo reiteradamente criticado (incluso en actas de Claustro) pero ya se sabe que nuestros queridos Vice-lectores siempre tienen alguna otra (¿desconocida?) prioridad (¿serán lo jóvenes investigadores?), seguiremos esperando. En cuanto al análisis de personal/Fundación/pintamuros el caso es que me parece bastante acertado (quizás cambiase a raíz de la nueva LOU con elección de Rector por Claustro, pero para otras cosas no se si es mejor el remedio que la enfermedad). Me has recordado que el Vicepresi del CSIC (Labastida, majete) me comentó algo de una empresa,creo yo estilo OTRI-Cambridge centralizadora de transferencia a crear tras la nueva figura de Agencia. Preguntas que quién nos lee, me consta que unos cuantos ávidos Vicelectores y también el propio Lector, hay un Vicelector (tìpico gordito graciosete ;) que lo sigue con especial atención, en cuanto a participar por escrito (ellos u otros) pues no creo, el papel escrito quema y no se van a arriesgar (salvo en anónimo) a prenderse fuego aquí. ¿Valorar la posibilidad de convertir en personal UAM a gente de la Fundación? No lo he oído en ningún foro de los que participo, ninguno. Además, algún Servicio universitario (¿malavenido?) quizás se rasgase las vestiduras. Por otro lado, quizás no fuese tan necesario ser personal universitario en comparación con un competitivo tratamiento ecónómico y una íntima (bienavenida) relación con Servicios Universitarios.
Pregunta al aire hablando de transferencia Universidad-Privado ¿cuántos Torres Quevedo tiene la FUAM en plantilla? ¿alguno?¿ninguno?
Sólo para no crear confusión: pese a ser Mr. Anónimo, no tengo intereses dentro de la UAM y mucho menos el deseo de que al personal de la Fundación se les haga funcionarios (no sobran precisamente en la autónoma...). Mi crítica se centraba en el desinterés (o gran interés, según como se mire) de la uam por las tareas de la otri, que bien se puede definir por el dicho popular del perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Respecto a los Torres Quevedo que pudiera tener contratados la Fundación, desconozco esta cuestión, aunque dudo que sea elegible a estas ayudas (sólo válidas para empresas, Centros tecnológicos o Asociaciones empresariales, y siempre dirigido hacia actividades con contenido de I+D). La famosa agencia-empresa que gestionará la transferencia del CSIC se me hace tan maravillosa, que dudo mucho que no se haya dado aún el reparto del pastel entre consultoras, agecias de innovación, etc. Además, ¿querrá esto decir que ya no emplearán la fórmula de los concursos-oposión para contratar al personal más cualificado para la gestión de patentes, contratos y proyectos?. De nuevo lo dudo, el CSIC tiene muchos doctores que no tienen salida laboral actualmente, y que están esperando como agua de mayo a que les pongan un despacho a su medida.
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