¿Web 2.0?...con la docencia y la investigación

Alguien dijo que las jóvenes generaciones habíamos nacido en un entorno digital mientras que nuestras predecesoras lo habían hecho en uno analógico. La brecha digital está ahí (hablando en medias), es real y se expresa en nuestras esferas familiares o laborales, los ejemplos sencillos son la madre a la que le tienes que comprar el billete de avión por internet o el catedrático al que le tienes que instalar un programa. En un sistema en el que el mundo digital incrementa, cada día que pasa, su aplicación y sus beneficios, la brecha digital/generacional se convierte en un abismo.
El último salto bien documentado no tiene demasiado de tecnología pero sí de concepto. Es la denominada Web 2.0, término acuñado y desarrollado entre otros por Tim O'Reilly, explicaciones sencillas las podemos encontrar aquí y en la wikipedia.
Personalmente la interpreto como un nuevo hiperactivo y organizado modelo de comunicación y relación. De la antigua página web laberíntica e individualista se pasa a la bitácora organizada por temas, comunitaria e interactiva, de la Britannica online se pasa a la wikipedia, se genera un producto colectivo hipervinculado, interactivo y participativo cuya permanencia en el candelero depende de la aprobación y las aportaciones de una inteligencia colectiva de usuarios. Es la transformación del consumer en prosumer, es saltar de la pizarra (sin perderla) al mundo real basado en el buen uso del ordenador.
Alguno podría preguntarse si lo anterior es aplicable en las aulas o en la investigación, si se lo pregunta necesita (como todos en algún momento) un reciclaje y puesta a punto. La docencia no deja de empezar en la comunicación, y la Web 2.0 amplifica los modos de comunicación, la docencia no deja de ser la información contenida en el mensaje, y la Web 2.0 amplifica los modos de acceso a la información, la docencia no deja de ser relación, y la Web 2.0 amplifica las maneras de relacionarse. Es la revolución en la información, de su tamaño, su clasificación, su almacenamiento, su creación, su crítica y su evaluación...



Lo más importante de todo NO es que probablemente la Web 2.0 sea una necesidad imperiosa o una revolución en la innovación docente sino que el alumnado la aprueba e intuitivamente la asimila...



Es un modelo que se extiende y se comparte por las Universidades, que con titubeos empieza a aplicarse en nuestras aulas, y en la UAM.

Constituye un quinto poder.

En lo que respecta a las posibilidades y la inserción de la Web 2.0 en investigación tan sólo hay que darse un paseo por la excelente página web dependiente del MIT, foro de ciencia y tecnología increíble en el que igual ves el blog de un premio nobel que discutes con otro en alguno de los foros, la página es TechnologyReview, un lujazo de formato y contenidos. O lo que también puede hacer uno es zambullirse en SciVeeTV, buceando entre sus vídeos.

Para que todo esto avance sólo se necesitan dos cosas, voluntad y herramientas, quizás consigamos remover los cimientos.

Quizás sin saberlo, cuando organices tu boda en eslovenia, compartas los momentos gastronómicos con amigos o relates las vivencias de tus andanzas por Corea del Sur, estés colaborando en el crecimiento de la Web 2.0.
Quizás simplemente sea un particular y peculiar proyecto de innovación docente.