lunes, 9 de febrero de 2009

Otro premio nobel habla de innovación...

"Los países de la Unión Europea no han logrado alcanzar los objetivos de crecimiento potencial que se plantearon en la cumbre de Lisboa. Su productividad es un 15% inferior a la de Estados Unidos. Su crecimiento potencial está en el 1,7% anual, frente al 3% de Estados Unidos.

A mi juicio, para cerrar esa brecha de productividad la clave no está ni en la dotación de capital humano ni en la de capital físico, sino más bien en ese tercer factor que, conocido técnicamente como “productividad total de los factores”, mide el gran de progreso técnico y de eficiencia productiva y organizativa.

Para que mejore, los países de la Unión Europea debieran poner énfasis en tres aspectos: suprimir los obstáculos a la creación y restructuración de empresas; fomentar los gastos en I+D, tanto mediante incentivos a las actividades privadas, como mediante la financiación pública en I+D básica (en Física fundamental, por ejemplo); y, finalmente, poner énfasis en la mejora de productividad del sector de los servicios (comercio, servicios financieros…), en vez de centrarse en exclusiva en las ganancias de productividad en el sector manufacturero.
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¿Cree que la lucha contra el cambio climático puede provocar un proceso de innovación tecnológica que desate una ‘oleada schumpeteriana’ de inversión que disminuya el coste de ese esfuerzo y, además, estimule el crecimiento económico?

Sí, creo que es posible. La innovación tecnológica en el sector de energías renovables podría ejercer durante los próximos años un papel dinamizador similar al que jugó años atrás la llegada de los ordenadores y las tecnologías de la información y comunicación. El desarrollo de energías limpias puede entrañar, además, necesidades adicionales de inversión. En Estados Unidos, por ejemplo, la red de transporte de electricidad se concibió en una época en la que el grueso de la electricidad se generaban en centrales térmicas, próximas a los yacimientos de carbón: ahora será preciso hacer nuevas inversiones, para adecuar la red al desarrollo de otras fuentes, como la eólica."


Lo dice Robert Solow, premio Nobel de Economía en el 87, publicado en Expansión.

Mientras tanto la gente tiene sueños. Ana por ejemplo, investiga para hallar nuevos cementos de bajo impacto ambiental, de 14 años dedicada a este empeño sólo ha cotizado 3, ahí queda. Su sueño es "no saltar más de beca en beca".

1 comentario:

Reithor dijo...

Estoy en la media, "trabecados" ocho y cotizados uno y medio...

Incluso los premios Nobel son poca voz para los políticos.