Michelines, adios.

Que en el primer mundo tenemos unos problemas de obesidad galopantes no se le escapa a nadie, lo de los abdominales abombados no se lo cree nadie. El caso es que constituye un problema de salud que va más allá de la cuestión estética y que para máS INRI supone el 7% de los costes económicos del sistema sanitario. Hablamos de salud, fallecimientos y miles de millones de euros. Extrapolar estas problemáticas a EEUU es hacer leña del árbol caído con dos tercios de sus habitantes con problemas de obesidad. Este problema cconstituye también un mercado potencial y son multitud las farmacéuticas que andan detrás de productos que combatan la obesidad. Entre ellas encontramos a Wyeth y Sanofi-Aventis, la primera tuvo que fundir billones en acuerdos legales después de descubrirse que su combo dietista provocaba problemas en las válvulas del corazón, la segunda tiene aún más miga, su producto generaba pensamientos suicidas, como los lemmings pero a lo bruto, toma ya.
Pero no todo son fracasos, el caso es que Vivus tras realizar un ensayo clínico con 4000 pacientes (u obesos léase) ha conseguido reducciones de peso del 10%, así como mejoras en los patrones de salud asociados a la rebaja de peso. Evidentemente, estos resultados han hecho saltar su cotización bursátil así como las expectativas de millones de personas.
En esta carrera no están solos aunque parece que van algo escapados, la farmacéutica ARENA está a punto de publicar los resultados del ensayo clínico de su producto.
Dado que ambas farmacéuticas esperan obtener la aprobación gubernamental este mismo año de aquí a no mucho tiempo es posible que empecemos a rebajar peso sin mucho esfuerzo.

P.D: El único problema que le veo es que nos quedemos sin esa fantástica fuente de células programables para terapias celulares llamada grasa.