Hábitos 2.0 en Ciencia: protagonistas

La cultura Web2.0 no tendría sentido sin los creadores, distribuidores o seleccionadores de contenidos, los verdaderos protagonistas junto con los lectores, comentaristas y visitantes de esa cultura 2.0 y que, en definitiva, originan el concepto prosumer.
Cabe la duda de conocer la adaptabilidad de una determinada sociedad a participar de esa cultura Web2.0. Probablemente nos llevásemos sorpresas geográficas, tal y como ocurrió con la presentación de un estudio respecto a adaptabilidad tecnológica...

...el mapa no sale como cabría esperar, in Spain parece que tecnológicamente hablando no nos adaptamos.

Las redes sociales y los blogs generan unos focos de información la mar de interesantes pero, sorprendentemente, los creadores de contenidos por un lado y los comentaristas por otro son muy pocos.
La potencia de la información compartida en blogs y redes sociales se me hizo evidente cuando los editores de la publicación de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Científica nos comentaron a Marcos Pita y a mi que nuestros artículos eran los más leídos del boletín con mucha diferencia a los demás, tanto Marcos como yo mismo somos editores de un blog, con la red social que conlleva,y ambos también participamos en otros tipos de asociación civil con red social digital. Aunque resulte sorprendente, gracias a la participación Web2.0 compartimos una red social activa mucho más potente que directores de fundaciones o secretarios de estado. En el fondo, y desde el punto de vista digital, los contenidos generados y compartidos en blogs son más mediáticos.
Probablemente, el contenido digital más mediático de la actualidad sea la Wikipedia, a la cual han aportado contenidos más de 100.000 usuarios (el número de lectores es rangos de magnitud mayor). Lo sorprendente es que más de la mitad de los contenidos han sido originados por tan sólo 1000 personas, siendo el número de lectores asociado de millones.
Jakob Nielsen analizó los desequilibrios existentes en la participación en comunidades sociales, tan sólo un 1% son participantes o colaboradores asiduos, un 9% lo son esporádicos y el 90% restante asisten como meros observadores. Esta estadística se refrenda en este blog, Ana y Reithor son claros participantes asiduos (del 1% señalado), siendo el volumen total de visitas del blog de un rango de 100 a 200 visitantes diarios (aumenta desde que se alcanzó rango 4 de pagerank Google).
En otra clasificación (vía Genís Roca) se señalaba una distribución más equilibrada de los distintos tipos de participación, tal y como podéis observar en el gráfico derecho, habiendo utilizado el índice Forrester. El propio Genís llega a la conclusión, dentro del ámbito europeo, de que en el rango de los 35 a los 44 años encontraríamos un 8% de creadores, un 37% de espectadores y un 56% de inactivos. Esto respecto a la población total, en el segmento concreto de los internautas un 70% de los internautas españoles leen blogs.
Uno de los Young Global Leaders, Jesús Encinar, también se cuestionó sobre la participación de usuarios de redes sociales digitales en su dominio 11870.com. El 10% más avezado de usuarios había generado el 80% de los comentarios, el 98% de las fotos y el 100% de los vídeos. En boca del propio Jesús:

"Para que una página tenga contenido interesante generado por una comunidad de usuarios no hace falta un altísimo número de usuarios creando contenidos. Lo que hace falta es un pequeño grupo de auténticos fans. Un número relativamente pequeño de usuarios comprometidos pueden generar una auténtica revolución. Esta idea tiene profundas repercusiones para todo tipo de páginas web, desde wikis a periódicos online."

Este simple hecho criminaliza todavía más si cabe las múltiples horrendas páginas web repartidas por el mundo (incluyendo la página web de mi Universidad, la UAM), en las que con pocas personas implicadas se podría generar un foro digital increíble. También señala otro aspecto, hay que localizar y mimar a los pocos creadores de contenidos existentes en las distintas organizaciones, son un auténtico valor añadido para las mismas (por lo menos desde un punto de vista mediático digital). Hay que asumir además que no todo el mundo vale para crear contenidos, ya que en el fondo a la inmensa mayoría de las personas les resulta aburrido generar contenidos web, los blogs medio forzados a científicos de renombre asignados por temáticas resultan en un absoluto fracaso. Como ejemplo los cuatro blogs radicados en Cultura Científica de la UAM (sí, cuatro, así de triste) y asimilados a la plataforma Madri+d. Dos de estos cuatro tienen un grado de actualización normalizado (uno es del amigo JAL, Director de la propia unidad de Cultura Científica), del resto: uno actualizó por última vez hace más de un año y el otro ha publicado siete entradas desde Septiembre de 2006. Éstos dos últimos probablemente se les pidió que los creasen a Jefes de Línea sin ningún interés en hacerlo, por lo de la posición académica, cuando hubiera sido mucho más inteligente encontrar alguien en el entorno inmediato interesado en hacerlo (de los poquísimos existentes tal y como se ha demostrado con anterioridad).

En resumen, los creadores digitales web2.0 son una rara avis con cierta importancia mediática digital que, con respecto a las organizaciones en las que participen (de forma laboral o asociativa) sería conveniente que fueran localizados y aleccionados de forma conveniente.

Pocos individuos hacen la diferencia.